Pep siempre tiene razón: golazo de Nolito, gran Thiago, Bartra se postuló atrás y buen debut de Sergi Roberto
Mientras la lesión de Gabi Milito, sumada a la sanción liguera de Gerard Piqué, resucita el debate de la plantilla corta, cuatro joyas del filial que tanto tienen enamorado a Pep Guardiola dieron la razón a las teorías del técnico. En el Miniestadi hay mucho donde elegir. Anoche les tocó el turno a Marc Bartra, Thiago Alcántara y Nolito de entrada y al debutante Sergi Roberto casi media hora.
Con Nolito ya han disfrutado mucho los fieles del Mini, donde exhibe el mismo desparpajo, descaro y atrevimiento que ya ofreció en el tramo final ante el Mallorca en pos del triunfo que no llegó. Titular por primera vez con los 'mayores', volvió a poner la directa por la banda izquierda. Lo suyo es recibir, encarar, driblar y chutar. Y así llegó el 1-0. A los tres minutos, como una centella, aprovechó un pase de Thiago en el vértice izquierdo del área y se dijo: "Esta es la mía". Y sin dudarlo, rompió la cintura de David Cañas, dejó atrás a Ormazabal y alucinados a los 38.871 culés al definir con un temple a tener en cuenta. ¡Qué más da que tenga 24 años! Calderé y Rojo también subieron al Camp Nou siendo unos veteranos. Acarició incluso el doblete y acabó jugando por la derecha tras marcharse Pedro.
Retrocediendo pero no por ello restando vocación ofensiva, Thiago demostró que es un elegido. Los genes del hijo mayor de Mazinho van sobrados de clase, aunque a veces pueda provocar el cabreo del rival al interpretarse de chulería su carrusel de regates, pisaditas y pases mirando al tendido a lo Magic Johnson. Pero eso es lo que hace tan singular a Thiago. Su control al vuelo durmiendo el balón tras un córner botado por Nolito desde 40 metros fue tan excepcional como la continuación de la jugada y su pase a Milito en el 2-0. No acabó ahí su repertorio. Pura magia, con un sinfín de genialidades rozó un gol semimaradoniano y acabó regalando el 5-1 a Messi con una clase de fútbol arte en un palmo de terreno para babear. Sin ser ventajistas, ¿se acordó alguien anoche de Cesc Fàbregas?
Con menos opción para el lucimiento, Bartra se postuló como una alternativa al sancionado Piqué. En el gol del Ceuta, Gilson le ganó la partida pero nunca se vino abajo. Sacó a relucir su conocida proyección atacante y solvencia atrás sin que se percibiera quién era el novato en su tándem final con Abidal.
Y con el '28', el reusense Sergi Roberto maravilló como interior. Talentoso, protegiendo el balón merced a su potente tren inferior y descarado con la meta rival entre ceja y ceja, se gustó conectando con Messi. Fue sólo un ratito, pero dio para mucho. Quienes quieran más, que vayan al Mini pero que no mientan luego diciendo que vieron al Barça B desde el sofá.